Hoy, os traigo una pequeña entrevista que nos ha concedido Adrián Pereda de ‘Imaginaciones mías‘, autor de varios murales que se encuentran en Trasmoz y que podréis ver si os acercáis al municipio.
Pero vamos a ponernos en situación… El 20 de julio de 2019 con motivo del Día de la comarca el Ayto de Trasmoz encargo un mural conmemorativo de Bécquer y, he aquí, donde entra en escena Adrián, siendo el encargado de su realización. Posteriormente, en Febrero del 2020, durante las fiestas de invierno en Honor a San Roque, estuvo realizando uno más pequeñito con el nombre del Salón Polivalente y hace unos días, lo podías ver subido a las alturas haciendo el mural de un caballero a lomos de un caballo.


Recientemente, como os decíamos con anterioridad, nos ha permitido hacerle unas pequeñas preguntas que queremos compartir con vosotros:
Háblanos de ti y de cómo empezaste con ‘Imaginaciones mías’
No hay un comienzo consciente como cuando uno emprende algo. Ha sido algo cocinado a fuego lento y totalmente experimental.
Cuando estudié Bellas Artes nunca pensé realmente cuales eran las salidas, era algo tan vocacional y necesario como lo que ha venido después. Todo es aprendizaje.
Se podría decir que Imaginaciones Mías nace del gusto por las casualidades visuales, el trampantojo, los dobles sentidos de las imágenes y la naturaleza como recurso para contar historias a pinceladas.
¿Cómo te llega la inspiración cuando recibes un encargo?
en el caso de la pintura mural, me gusta ser consciente del entorno, de la historia del lugar y empaparme del motivo del mural, creérmelo y emocionarme, pero eso suele suceder de forma natural, cuando has hecho el trabajo previo de estudiar bien las posibilidades.
En mi obra hay mucho espacio para la improvisación, aunque a priori no lo parezca. El dibujo a plasmas debe estar bien interiorizado cuando llegas al muro, pero es maravilloso cuando el propio soporte cambia tus intenciones y desmonta tus planes, en cierta medida, claro.
Lo primordial es tener en cuenta previamente todas las posibilidades y los posibles problemas. Trabajando de esta forma, cuando se traslada el diseño al espacio real, todo debería salir bien.

Tienes ya varios proyectos realizados en Trasmoz, y aunque suene mal, todos tenemos un ‘hijo favorito’… ¿Cuál es la obra que más te gusta?
Han sido proyectos muy diferentes, en el caso del mural de Bécquer, técnicamente fue más llevadero, puesto que era a pie de calle, pero también más lento porque era inevitable el contacto con los vecinos y visitantes con motivo de la Fiesta de la Comarca y a la vez muy emocionante ese intercambio de historias que sucede, que es maravilloso y lo que me engancha a Trasmoz.
En el caso del guerrero, todo ha sido más introspectivo, en las alturas y rodeado de golondrinas y las miradas curiosas de los gatos todo el tiempo. Muy reconfortante a otros niveles y muy contento con el resultado final a parte de haber sido un buen ejercicio físico, jeje.
Más que un favorito, me gustaría que hubiera un próximo mural, sería maravilloso.
¿Hay algo que te gustaría pintar en Trasmoz y esperas tener la oportunidad algún día?
Trasmoz es un lugar con una historia muy peculiar, se me pasan muchas cosas por la cabeza.
Un mural dedicado a las brujas y a los gatos… O llenar las calles del pueblo de pequeñas golondrinas que a su vez, con pequeños detalles, cuenten historias de lo sucedido en cada rincón… Ahí lo dejo, jeje…

Tu estilo es algo muy característico, ¿cómo llegaste a ello?
Como decía antes, viene del gusto por la casualidad y la pareidolia. Seguro que todos hemos visto de niños una nube con forma de algo concreto. Yo rescato esa idea y retuerzo las formas hasta que sucede la magia del deoble sentido de las imágenes, que son a la vez un boque, un monte, una flor,una rama… Y no deja de ser como una especie de homenaje a la naturaleza.
De las obras que tienes en Trasmoz, ¿cuál fue el mayor reto?¿Por qué?
No sabría decirte. Pero hay algo que nunca deja de sucederme, me imagino que se puede comparar a esos nervios de un actor antes de salir a escena en el teatro, nunca se pasan… Y puede que eso sea los más maravilloso de todo.
Aunque visites previamente el lugar, hagas tus fotos, tomes medidas, prepares tu boceto, pienses en las condiciones de trabajo… La noche de antes es complicada, el reto es dormir.
Una vez que llegas al muro, ya no hay problemas, hay soluciones. 🙂

Tú y tus obras ya formáis parte de la historia de Trasmoz… ¿qué se siente?
Es un todo un orgullo. Yo creo que faltan murales para ser parte de la historia de Trasmoz, pero hay vecinos animados por ahí, :). Es una de las cosas bonitas de las trasmoceras y los trasmoceros, que a su modo y con mucho gusto, participan del pueblo.
Yo quiero ser profeta en Trasmoz, jejeje.
Los artistas son perfeccionistas por naturaleza….¿Cambiarias algo de los murales que tienes hechos en el municipio?
Siempre hay pequeños detalles que ves con el tiempo, pero soy consecuente con las decisiones que tomé en su momento. Con la obra mural, es un estudio previo a conciencia, por lo que no hay grandes fallos que me atormenten.
Por otro lado, seguro que de hacerlos ahora, no serían iguales. Siempre hay evolución. Es lo suyo.

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Esperamos poder muchas más veces a Adrián por Trasmoz y que algún vecino más se anime a dar vida a los pequeños rincones que tienen Trasmoz. Nos vemos pronto.