Hoy hablaremos de la ancestral celebración de la Hoguera de San Antón, una festividad que ilumina la noche y calienta el corazón de quienes participan en ella.
Imaginen el crepitar de las llamas, el aroma a leña y las sombras danzantes en la oscuridad. La Hoguera de San Antón no es solo fuego; es un espectáculo sensorial que envuelve a la comunidad en una atmósfera única. Las risas, las historias compartidas y la camaradería crean un ambiente cálido que contrasta con la fría noche de enero.
El 13 de enero, la comunidad se ha reunido para celebrar las Hogueras de San Antón, una festividad arraigada en la tradición popular que ilumina las frías noches de invierno con el calor de la camaradería y las llamas danzantes.
El ritual comenzó a las 17:00 horas, cuando los vecinos se reunieron para recoger la leña que alimentaría las hogueras. Al caer la tarde, aproximadamente a las 19:30 horas, se encendió la hoguera, marcando el inicio de una celebración que rinde homenaje a San Antón, el patrono de los animales.
A las 21:00 horas, los vecinos se congregaron alrededor de las hogueras para disfrutar de una cena comunitaria. Cada familia aportó platos preparados con esmero, cocinados a la perfección gracias al calor de las llamas.
En un mundo que cambia rápidamente, la Hoguera de San Antón representa la conexión de una comunidad con sus raíces. A medida que la tecnología avanza, estas festividades ancestrales nos recuerdan la importancia de preservar nuestras tradiciones, transmitiéndolas de generación en generación.
Villa de Trasmoz 