LUZ DE LAS ANIMAS 2022

En noviembre de 2019 se celebraba por última vez este evento y ahora, dos años después ha sido posible retomarlo. El sábado 29 de octubre volvimos con LA LUZ DE LAS ANIMAS y lo hicimos con todas las ganas y la ilusión.

Recibimos a más de 6000 personas ese día y adornamos Trasmoz con 1500 calabazas, algunas de las cuales increíbles. Esta fiesta la llevamos celebrando desde 2006 y jamás se nos pasó por la mente recibir a tantas y tantas personas en un día como este.

Gracias a todos por acudir, por compartir y disfrutar. Somos humanos y los fallos son posibles pero recordad que todo esto se organiza de manera altruista entre un centenar de personas, que nadie es profesional de este sector pero le ponemos toda la ilusión del mundo.

Desde la organización y todos los «actores» de las calles animadas, muchísimas gracias por la acogida. Fue desbordante y lamentan enormemente que cientos, miles de personas se quedaran sin poder entrar. Estos jóvenes y (no tan jóvenes) jamás pensaron que esta actividad tendría tanta repercusión y espera que disfrutarais tanto como ellos. Pero no olvidéis que ellos colaboran así con SU pueblo. Ninguno es profesional, todo es amateur.

Os dejamos algunas imágenes (aunque iremos añadiendo más conforme nos vayan llegando)

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Ángel Guinda

El poeta, traductor y editor Ángel Guinda (Zaragoza, 1948-Madrid, 2022), fallecido en Madrid en enero de este mismo año. Dijo que quería que vertiesen sus cenizas en Valladolid y en el cementerio de Trasmoz. Así pues, las cenizas de Ángel Guinda ya reposan en el cementerio de Trasmoz, como era su deseo, en las raíces de un ciprés y a la sombra del Moncayo.

Artículo del Heraldo de Aragón sobre Ángel Guinda

Un poema de Ángel Guinda:

TRASMOZ
Cuando anochezca en mí
como un día cualquiera,
acércame a Trasmoz
para ver el Moncayo
bajo el bosque de estrellas.
Quiero sentir muy dentro
los chopos vigilantes
del último crepúsculo,
el aire transparente,
la grama en los caminos,
los tormos en los surcos,
el olor de la alfalfa,
el trigo entre los ruejos.
Llévame de tu brazo
a oír trotar el cierzo,
balar a las ovejas;
contemplar bajo el cielo
las nubes pasear
o la geometría
del vuelo de las aves
y de los aviones,
sus gentes tan sencillas,
los huertos desplegados
como un museo abierto,
la rudeza elegante
del castillo, la iglesia
con sus piedras dormidas,
la Casa del Poeta
y el sobrio cementerio
que en silencio me espera.

Fiestas en honor a San Roque

Como todos sabéis del 13 al 16 de agosto iban a celebrarse las fiestas patronales en Trasmoz. Todo empezó como el programa de festejos indicaba pero esa misma tarde tuvimos que ser desalojados por el terrible incendio que ha sufrido la zona.

Dos días después ya en nuestras casas, tanto la alcaldía como la comisión de fiestas decidió seguir con los festejos, esos si, con algunas modificaciones.

Han sido unas fiestas Post COVID muy raras pero al mismo tiempo increíbles. Celebramos la vida, la unión como pueblo y esperamos que las próximas sean más y mejor.


¡Viva Trasmoz, sus gentes y San Roque!

Las Enramadas

Enramadas es una tradición festiva en varias regiones de España, no solo en nuestra pequeña Villa. Las ventanas de cada pueblo se quedaban engalanadas para la ocasión con ramas de olivo, de cerezo, de almendro… o cualquier otro árbol del país.

Esta tradición, perdida en muchas localidades, consistía en que los mozos del pueblo rondaban a las mozas que les gustaban o aquellas que les tenían simpatía.

En otros lugares, en su origen se celebra con motivo de la boda de alguna hija del pueblo, nunca del varón, y se hace justamente la víspera por la tarde y noche. Su objetivo o uno de ellos suele ser felicitar a la familia y en especial a la novia. Según la costumbre, podía ser con ramo colocado en el tejado, en un alero o parte alta del tejado, o bien se colocan a la entrada de la casa o en un pórtico de entrada, con forma de arco, previo permiso del padre como consentimiento a la celebración. En un principio el ramo era de acebo, más tarde pasó a ser de pino, a raíz de la repoblación forestal de los montes. Normalmente A medida que se va acercando la hora, se van colocando las ramas y decorándolas con flores, cintas de colores y otros adornos como caramelos o rosquillas, en ocasiones cantando coplas y canciones populares. Después de la boda, quedaba la enramada como testigo, se comían sus dulces entre amigos y vecinos y, poco a poco, el viento, el sol, la lluvia, la nieve y los pájaros la iban dejando en su esqueleto. Hasta que pasado mucho tiempo se quitaba.

Desde hace ya unos años, queremos recuperar en cierto modo esta tradición y junto a la rondalla pasamos por la casa de muchos vecinos que ofrecen dulces y licores mientras disfrutamos de la compañía.

Os dejamos fotos de esa noche.